martes, 30 de abril de 2013

Meta-blogueando

He estado pensado que debería escribir un poco más por aquí. No sé si a diario o un par de veces por semana... pero se me plantean dos cosas:
  1. Qué mierda os cuento.
  2. Cuándo coño lo hago.
Uno intenta currárselo mínimamente cuando escribe ("aunque no se note" grita alguien de fondo). No me refiero a que haga borradores, lo haga a mano y luego lo escriba a limpio como cuando estaba en... ¿EGB? Nah, quiero decir que me gusta escribir cuando tengo algo que contar.

Pero ya sé que a vosotros no os van las frases ingeniosas ni las historias elaboradas, porque si no estaríais leyendo novelas e historias de calidad y no blogs, leñe. Es broma. No, no es broma. Vale sí, porque yo leo blogs y libros (es más, libros en formato analógico) y buscamos según que cosa en según qué sitio. Mi duda se debe a que he tenido un momento de "jartura" esta tarde, con la mala fortuna de tener el Twitter delante (váter de ideas como ningún otro) y me dio por escribir "A TOMAR POR CULO" y tuve tres respuestas y dos favoritos. Ea.

Retomando, que voy a escribir un poco más. Me estoy asustando ahora mismo ante mi aparente facilidad de escribir chorradas conforme me salen (véase esta entrada), así que puede ser un buen ejercicio de salud mental para desconectar y para practicar el español, que con tanto inglés se me está atrofiando, aunque eso no implique que mejore en este segundo idioma.

¿Qué os parece? Como si me importara. Pero si queréis dejar opiniones a modo de comentarios os lo agradeceré mucho.

Y para finalizar, una frivolidad más:

Bienvenidos al festival del humor.

viernes, 19 de abril de 2013

¿Estás bien?

Llevo varios días en los que la gente me pregunta "si estoy bien". Y entonces me paro y me analizo. ¿Qué imagen proyecto? Lo cierto es que desde que llegué de España tras pasar las vacaciones de Pascua, he entrado en tiempo de re-habituación, pero no es que me sienta mal. Echo de menos todo, pero me esfuerzo por tener una actitud positiva ante el futuro.

Y cuando empecé a justificarme, diciendo que quizás estaba un poco gruñón desde mi vuelta, que tenía la cabeza en varios sitios, que si espero respuestas de las ofertas de trabajo que he solicitado... empecé a entristecerme. ¿Pero qué es esto? ¿Estaba realmente mal y no lo sabía? ¿Me sumí en la autocompasión ante la "oportunidad", la veda abierta que me habían dado al preguntarme? ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina?

Cuando estaba en Sevilla, estudiando la carrera, sí que me llevaba a veces auténticos sofocones cuando volvía de las vacaciones. Pero creo que eso ya no me pasa. No sé si será que me he hecho adulto, o que vivo mis miserias de otra manera menos evidente. En cierta manera, me siento anestesiado. ¿Cómo si me hubiese dado cuenta de que al final no merece la pena pasarlo tan mal? Quizás, aunque a veces doy pasos atrás y me desespero.

¿Cuándo estamos al 100% bien?

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